“Este atleta español es todo lo que Lance Armstrong no
es”. Con medio mundo escandalizado o decepcionado por la confesión del
ciclista estadounidense, que admitió ante Oprah Winfrey su gran mentira
en forma de dopaje y arrogancia, este pequeño tuit de un periodista
británico revolucionó este fin de semana la red y la vida de un
vitoriano, el fondista Iván Fernández Anaya. El atleta al que se refería
Piers Morgan, el sucesor de Larry King en la CNN, un periodista con
tres millones de seguidores en twitter, era él. Y no parece haber mejor
cumplido, dado que Armstrong se ha desvelado al mundo como un “capullo
arrogante” (utilizando su propia descripción), soberbio, tramposo,
manipulador y ególatra. Fernández es todo lo contrario, y eso es algo
que no sólo se conoce ya en Álava, Euskadi y España, sino que medio
mundo se ha enterado este fin de semana.
Pero primero, los hechos. El 2 de diciembre se celebró en
Burlada (Navarra) la tradicional prueba de cross. El vitoriano Iván
Fernández Anaya, atleta del equipo Bikila, que ya había ganado la prueba
el año anterior, era uno de los favoritos para el triunfo. La prueba
fue un reñido mano a mano entre Fernández y Abel Mutai, un corredor
olímpico originario de Kenia. A falta de unos 250 metros, como el propio
Fernández relató al periodista de El Correo Alfonso Azkorreta, “Mutai
dio un tirón y me dejó. Un poco antes de llegar a la meta le ví
detenerse, y no por desfallecimiento”. Después se supo que Mutai,
simplemente, creía que había cruzado ya la línea de meta, cuando aún no
lo había hecho. Y sigue Fernández: “Cuando llegue a su altura, le dije
que tirase más, sin pensar en otra cosa. Simplemente, no podía
adelantarle de esa manera”
Lo que Fernández hizo fue obligarle, casi a empujones, a
cruzar la línea de meta en primer lugar, para inmediatamente hacerlo él.
Le podía haber adelantado, incluso sin haberse dado cuenta de lo que
realmente ocurría, pero no lo hizo. Y el gesto, que para él no significó
nada en el momento, que le salió espontáneamente y del que ni siquiera
habló con su adversario tras la carrera mientras estiraban juntos, ha
dado la vuelta al mundo.
Primero, por establecer la secuencia, informó de ello la
prensa navarra, con una foto del Diario de Navarra que ha dado la vuelta
al mundo. El mismo 3 de diciembre nos hicimos eco en elcorreo.com, en una información que estuvo entre las más leídas de la jornada. Al día siguiente, la edición impresa de El Correo recogía sus declaraciones,
lo mismo que otros medios. La bola siguió creciendo y el gesto de
Fernández acabó en la prensa nacional, así como en todas las webs, foros
y revistas especializadas en running. Y ahora ha saltado el charco.
The Huffington Post lo publicó este 18 de enero en su
sección Good News, Buenas Noticias. Y Piers Morgan, el periodista que
relevó a Larry King en la CNN, un hombre con tres millones de seguidores
en twitter, vio en la historia un cúmulo de valores que representaban
exactamente la antítesis de lo que ha proyectado Lance Armstrong unas
pocas horas antes. Con un continente entero llorando por su ángel caído,
furioso y engañado, muchos como Morgan han visto en el corredor
vitoriano la esencia del deporte, del fair play y de la honestidad. Y
así se lo han hecho saber en un fin de semana de locos en twitter
(Fernández es @ivanfernandezan en esta red social). Mensajes en inglés,
francés, portugués... Mensajes de felicitación, de admiración, desde
numerosos países del mundo... Mensajes a Nike, para que le patrocine con
la fuerza con que patrocinaba a Armstrong; mensajes a Oprah Winfrey
para que le entreviste y hasta para que le concedan el Príncipe de
Asturias... Mensajes y mensajes que Fernández ha compartido abrumado
este fin de semana con sus crecientes seguidores. El atleta, por cierto, subasta en ebay la equipación que utilizó en el cross de Burlada. Donará aquello que obtenga a la Cruz Roja .
Iván, que se sigue machacando para estar en las
competiciones internacionales que vienen, sobre todo el Mundial de
Cross, bajo las órdenes de Martín Fiz, su entrenador, intenta que nada
de esta espiral afecte a su rendimiento ni a sus estudios de FP. Le
sigue sin dar la importancia que tampoco le dio entonces, pero es
consciente de que en esta sociedad, que prácticamente ha perdido los
valores en todos los ámbitos profesionales, incluido el deporte de
élite, la honestidad le hace a uno vencedor aunque haya perdido.